La problemática de las emisiones contaminantes en nuestro país cuenta con un importante añadido, el de la faceta económica, que suele redundar en un mayor desembolso por parte del cliente debido a las restrictivas normas administrativas, algo que se refleja, de forma cada vez más habitual, en las manidas restricciones al tráfico que comienzan a aflorar en numerosas ciudades.
A día de hoy, y con el lanzamiento del etiquetado por parte de la DGT, la situación está más o menos clara, ya que es evidente que los coches más contaminantes, calificados como "A" o "B", irán poco a poco desapareciendo del paisaje urbano, al menos de sus partes más céntricas.
Tan sólo los vehículos equipados con etiquetas "ECO" o "CERO" tendrán autorización para circular libremente por los cada vez más abarrotados cascos urbanos, algo que posiblemente afecte a las ventas de determinados tipos de vehículos, ya que a día de hoy sólo los híbridos y eléctricos cuentan con estas etiquetas.
En realidad hay otro sistema de propulsión que cuenta con el beneplácito de la administración, una alternativa que cada vez más fabricantes están haciendo suya, potenciándola y ofreciéndola en más modelos y carrocerías. Es el de la combustión de GLP, Gases Licuados de Petróleo.
Los vehículos equipados con sistemas GLP están categorizados como "ECO" debido a su menor nivel de emisiones contaminantes. De hecho, la combustión de GLP es sensiblemente más limpia que la de cualquier motor diésel o gasolina debido a los menores niveles de CO2 producido.
Es por ello que ya desde hace años las flotas de autobuses y taxis de muchas ciudades han utilizado este tipo de sistemas, una solución que cada vez se está extendiendo más entre los fabricantes de automóviles, que están optando por instalar, ya en la fábrica, kits de adaptación que permiten a los vehículos que los montan funcionar de forma indistinta con GLP o con gasolina.
La oferta de este tipo de vehículos se ha disparado, ya que son muchas las marcas que ofrecen variantes de GLP en su gama, sobre todo en segmentos con un planteamiento de uso eminentemente urbano, como los A, B y C. No conviene olvidarse del importante ahorro en términos económicos que supone para el usuario, ya que, pese a que un motor alimentado por GLP consume ligeramente más, el precio del combustible, disponible en miles de estaciones de servicio, es prácticamente la mitad que el de la gasolina de 95 octanos.
Muchos de estos fabricantes ya han optado por instalar los equipos de Landirenzo en sus vehículos.
Fuente: El Español
Ya están disponibles nuevos puntos de suministro Repsol AutoGas en Burgos y Madrid.
E.S. 34.283 – ES VILLARCE CASTELLANA
Dirección: AVENIDA PALENCIA, S.N. (C.P. 09001 BURGOS)
Coordenadas: 42º 20′ 15” N, 3º 42′ 43” W
Horario de apertura: CERRADO NOCHES
Teléfono de contacto: 947 208 141
E.S. 96.383 – GPV-MAJADAHONDA I-124
Dirección: CMANUEL DE FALLA, s/n (C.P. 28220 MADRID)
Coordenadas: 40º 26′ 56” N, 3º 51′ 36” W
Horario de apertura: ABIERTO 24 HORAS
Teléfono de contacto: 916 029 002
Fuente: Repsol
En pleno debate sobre la contaminación de las grandes ciudades, el gas natural se postula como combustible para el transporte. Ya hay 6.100 vehículos en España que utilizan gas natural comprimido (GNC) o licuado (GNL). Además, el frío ha aumentado la demanda de los ciclos combinados para el suministro eléctrico. El sector reivindica aún una mayor conectividad con el resto de Europa para elevar la eficiencia.
La cuota de energía primaria de gas natural, que era del 20% en 2014, llegará al 27% en 2030, según la patronal Sedigas. Las empresas defienden que, emitiendo menos contaminantes, garantizan la continuidad del suministro cuando no pueden hacerlo las renovables.
La interconexión con Francia por los Pirineos ha ahorrado a España 80 millones en el primer año de operación.
La demanda subió en España un 2,1% en 2016 frente al año anterior y en lo que va de 2017 ha crecido un 20% respecto al mismo periodo de 2016, informan desde Enagás. Un invierno más frío que el anterior, la ausencia de lluvia y viento y el incremento de la exportación de electricidad a Francia –afectada por el parón de las nucleares– han elevado la demanda de los ciclos combinados, señala Marta Margarit, secretaria general de Sedigas. Unas centrales que han sido muy cuestionadas por los costes que suponen al sistema y que se reflejaron en unos precios más altos de la energía en enero.
En cuanto al transporte por carretera, en 2016 se matricularon más de 1.100 vehículos que utilizan gas natural, un 133% más que en 2015. La mayor parte son pesados y de uso intensivo, dado el ahorro que supone en largas distancias: de un 30% respecto al diésel y de un 50% frente a la gasolina. Un utilitario a gas natural recorre el doble de distancia que uno a gasolina y un 56% más de kilómetros que uno a gasoil, a los precios actuales.
El Gobierno ha lanzado una línea de ayudas para la adquisición de vehículos de gas natural (Plan Movea), con 3.000 euros para los turismos y 20.000 para camiones. Además, Gas Natural Fenosa ofrece hasta 2.000 euros en forma de bonos de combustible. Una directiva europea obliga a instalar como mínimo una estación de GNC cada 150 km y una de GNL cada 400, por lo que la infraestructura de repostaje se incrementará.
Los agentes reclaman también la ampliación de las interconexiones con Europa.
El transporte marítimo se está mudando también al GNL, pues en 2020 deberán cumplir con la normativa global de bajas emisiones de azufre. Siete de los catorce barcos grandes que se construyen en España lo tendrán como combustible principal. Enagás participa en el proyecto europeo CORE LNGas hive para el impulso del GNC en barcos y en tierra. Y Renfe, Gas Natural y Enagás trabajan en una prueba piloto de tracción ferroviaria con GNL para sustituir al diésel.
Los agentes reivindican también la ampliación de las interconexiones con Europa, de modo que España, que recibe gas de 10 países por tubería y barco, pueda reforzar el suministro europeo ante el conflicto con Rusia.
De hecho, la línea eléctrica entre Francia y España por los Pirineos ahorró en el primer año de operación 80 millones de euros al sistema español, tras una inversión de unos 700 millones, según Red Eléctrica (REE). Enagás está presente en el gasoducto Midcat, que conectará España yFrancia, y en TAP (Trans Adriatic Pipeline), que permitirá traer gas del mar Caspio a través de Grecia, Albania e Italia. El aumento de la producción de EEUU, gracias al fracking, puede potenciar, asimismo, el papel de las plantas de regasificación españolas.
Una normativa de seguridad muy exigente.
La normativa española de seguridad en las plantas de gas natural licuado es de las más exigentes del mundo, señala Juan Santos Remesal, director de seguridad industrial de la ingeniería Inerco. “Se constata, por ejemplo, en la evolución del diseño de los tanques de almacenamiento”.
Esther Valdivia Loizaga, directora de medio ambiente de Inerco, recuerda por su parte que el gas natural “es el combustible fósil más limpio que existe, con escasa presencia de azufre y con unas emisiones de material particulado insignificantes, caballo de batalla durante las últimas décadas para el sector industrial”.
Los vehículos alimentados con gas natural comprimido no producen emisiones de óxidos de azufre, reducen un 75% las emisiones de óxidos de nitrógeno y disminuyen hasta un 25% las emisiones de dióxido de carbono. Asimismo, el gas natural cuenta con un alto poder calorífico, lo que hace que necesite menos combustible para aportar el mismo índice de calor y, de forma indirecta, genera menos gases de combustión.
Fuente: cincodias.com
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